viernes, 20 de enero de 2017

Señor
El camino al abismo
es una tentación latente
mi cuerpo es arrastrado
y no tengo mayor oposición.

Señor,
¿cuándo la palabra se hizo ausencia
y dejó que se marchitaran mis oídos?

Señor,
no soy yo quien te invoca
sino los labios que aún tienen esperanza.
El alma se evaporó antes de tiempo
difuminándose en el óxido.

Señor,
la profundidad de este túnel
me pierde.

2 comentarios:

  1. Hermoso, Reyna. Delicado y sutil, en palabras hacia ese temor. Un abrazo desde el sur de Chile.

    http://anarosabustamante.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias querida Ana Rosa, viniendo de tí es un gran honor. Te abrazo.

      Eliminar