La ausencia de tí
llenó los huecos
con neuróticas alergias
Las mañanas nunca fueron de nosotros.
El plato no vino de tu mano.
La noche no llegó con tus palabras.
En la habitación
donde moró el ángel de la guarda
que mamá hizo
no estuviste tú.
En la casa
fueron las oraciones que ella nos enseñó
los platos plásticos que ella colocó
la comida que ella preparó
el cariño que ella entregó
Nos habías dejado antes de conocernos.
En el vientre no fui el hombre que quisiste
ni mis hermanos las niñas que deseaste.
Nací mujer
y eso
fue el sino de la desgracia marcada
Mujer
Objeto
Nada
Jamás cumplí tus expectativas
Hay tanto por reconstruir
en este edificio
de 36 pisos
abandonado
que soy.
Amiga...he releído con atención tu sentido texto y me conmueve constatar que tantos seres compartimos perspectivas o experiencias parecidas. No voy a hablar del dolor porque este es tácito, tal como la rabia, pero después de recorrer tu palabra, me siento más hermanada a ti.
ResponderEliminarTe recuerdo, te valoro, siempre, aunque esté distante.
Querida amiga,
EliminarGracias por tus palabras. Te aprecio mucho. Hermanas en la palabra. Un abrazo fuerte.