domingo, 30 de octubre de 2016

Nocturnal V

A F. 

Eres los be(r)sos
de hiel y miel
que se diluyen
en los ríos
de esta mancha
humana.

Las ardientes horas
del deseo fecundo
en las bocas.

Veo deambular tu imagen
por un efecto de
Mercedes Sosa en mis oídos.

La ley se parece tanto
a este estado etílico del poeta
el sí y el no unidos.
¿Quién puede renunciar a ello?
Eres la paz adrenalínica de mis días.

Nocturnal IV

En este suspiro
se agota mi vida y
se evapora tu palabra.

Moléculas de vaho ardiente
que calcinan esta boca abierta
poseedora del deseo.

Nocturnal III

En lo no-dicho
radica el mensaje
el sema oculto
la transformación afectiva.

Esa no-palabra
enunciada a pesar suyo


Luna
Noche
Almas
Verso
Complicidad

Concierto de luces trastornadas

Lo dicho se esconde en la sutileza de la metáfora

Nocturnal II (bis)

Fuimos vagabundos
del tiempo
                    por siglos
y convergimos
                    en el encuentro
a destiempo,
como constante
                    de lo inconstante.


En otro mundo,
                        sí, en otro
las vitalidades se encontraron
sin cuerpo-cadenas
sin leyes-denuncias.

Antes
fueron las sustancias
dos y una a la vez
deborándose caníbales en el beso
desbordándose como ríos que rompen las entrañas.
El tiempo se hizo fuego en la piel. 

Esta noche
la luna-cómplice
abre el vórtice del viaje
¿volveremos a encontrarnos?
Te siento.

sábado, 22 de octubre de 2016

Nocturnal II

Llega tu noche
y mi risa-carne
trasmuta en deseo.

Me habitas
en el minúsculo umbral
entre la duda
y el sin decir.

Llega tu noche,
tardía.

Si en aquel invierno
tu palabra hubiera sido tierra fértil
¿nos habríamos encontrado?.

En otra vida, 
sí, 
en otra.

Fuimos vagabundos del tiempo, 
almas prófugas y 
vecinos del sueño.