lunes, 17 de diciembre de 2012

Soledad, a fin de cuentas

A fin de cuentas se nace sin padre ni madre,
solo,
entre la multitud de personas que transitan a tu alrededor.

A fin de cuentas,
se pasan los días contando el tiempo
para el final del cataclismo.
Se nace,
se crece
y se cree fervientemente en la ilusión de la compañía
para llegar a la plenitud.

A fin de cuentas,
se encuentra la soledad acompañada de otra soledad
haciéndose ambas un abismo incanzable.
Mirar el profundo y oscuro pozo donde se pierde la razón.

Se trata de estar en soledad consigo mismo.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Tu todo

Inundan el consciente las ensoñaciones de una vida pasada, sin conocimiento o con pleno uso del recuerdo que no llega a materializarse.  Las imágenes que navegan entre las nubes del recuerdo como pequeñas gotas encapsuladas en ámbar. Ella se repite "es historia, lo es" tratando de convencerse de algo no del todo estructurado.
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¿Cuántas veces te soñé de esta manera? ¿Cuántas veces deseé este abrir de labios? "es historia, lo es" incansable e insobornablemente llegan ambos a la conclusión inequívoca de que lo hecho ha pasado en otro tiempo, sin ellos. La noche gobierna el tiempo de sus tiempos. 
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Ella se entrega en el gemir del bamboleo taciturno, sin preguntas ni respuestas. Lo dicho está en lo no dicho, entiende. Él la deja fluir como el río fresco que cae por las montañas. Se entregan o tal vez se entregan en un acto sin testigos; ella solitaria en una habitación y él aislado en otra a kilómetros de distancia. Se entregan o eso desean sus pulsiones más básicas.
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La palabra gobierna el espacio llenándolo de silencios. Es historia "¿en verdad lo es?" se preguntan cuando entre medio del jadeo, por la única línea de comunicación ella ha dicho que él es su luz entre medio de la oscuridad, el aliento que la impulsa a seguir adelante y él  desfallece en el clímax de un "gracias por tu todo". ¿Es historia? ¿lo es?