domingo, 1 de agosto de 2010

Ambar

Ella mira durante las mañanas por la ventana.
Espera la noche para asaltar la luna desprevenida.
(Aún no sabe de las caricias y los besos a escondidas)
Ignora el embeleso de la palabra,
la pérdida de razón por alguien amado,
el desfalleciente deseo entre esas cosas del otro.

Ella mira todas las mañanas por la ventana en espera de la noche para apoderarse de las estrellas.


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