martes, 1 de diciembre de 2009

Pasos recurrentes

Soy veneno de mi misma.
El café embriaga y el vino cura la resaca.

Letra sobre letra formando la frase hecha,
la mente hecha,
la vista hecha.

Un poema a dos, tres, cuatro, cinco voces.
Tanto silencio mata, desangra el cuerpo inerte sobre el piso.

Hago cenizas malolientes en trocitos de papel sobre mi escritorio. La locura al borde de la nada, sobre el abismo de la negra hendidura. No pensar y sólo escribir inconexiones mentales. La huella de un zapato marcada y vuelta a pisar. El cambio no llega como el día para Lorca. Ciclos repetidos o atrapados.
Se pierde el interés de la primera vez, se le provoca.

Autoexcluyente
Autoexigente
Compleja
Nociva
Crítica

El vaivén de un barco sin puerto ni ruta. Círculos concéntricos y centrífugos. La poesía no guía, la música no dirige y yo sin una bombilla de repuesto.

(Publicado en Catálogo Poético núm. 2, Guadalajara 2012)


2 comentarios:

  1. Celebro que no haya agencias de viajes, y que las frases hechas, los ciclos repetidos o trapados sean el único tifón que nos pueda hundir

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  2. Hundirse o dejar hundir. El verso se mira a sí mismo en espera de que pueda ser develado.

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