jueves, 6 de agosto de 2009

Hope

Un niño tras los barrotes de una ventana. Mira y calla. Sacude su furia al verme a los ojos. Intenta escalar la fría montaña del presente, salir y arder bajo otro sol. Grita. Escucha el plac-plac de una muerta-viva. Aquellos, los que hacen las reglas, pasan frente a él sin atenderlo. Su libertad está negada sin culpa alguna. El llanto catártico le hace abrir los brazos hacia el aire que lo rodea. Desea entregarse. Busca refugio materno y cae sin encontrarlo. Pasan las horas, tres, cuatro, cinco... la habitación de la nada. Sus ojos se postran en los míos queriendo formular pregunta. Atacan el silencio. No es necesaria la voz "¿cuál fue mi delito?" Un niño mira por la ventana queriendo ser escuchado. El mutismo de su hogar lo confina al aislamiento continuo.

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