sábado, 13 de junio de 2009

Noche abajo

Santiago noche arriba. Rectángulos amarillos paren fantasmas nocturnos en Vicuña Mackena. Inicia la procesión de los sin-ojos en medio de la neblina de tabaco, neón y música. El vino que corre por las venas de Bellavista converge con el agua del Mapocho. Sólo sumergiéndome podría terminar el rito. Escucho voces diversas en mi andar. Risas argentinas, peruanas, mexicanas… encontré la verdadera Babel. Vuelvo cada vez a ella en busca de mi cuerpo robado. No puedo existir sin ser otra a través del río. Pregunto. Investigo. Mapocho noche abajo. Sobre un tabique el alba me descubre desnuda.

*Publicado en la revista Papalotzi

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